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  • Carlos Pons regresa a Canarias para estrenar ‘Mariposa’, una obra con la que nos brinda su madurez artística. El coreógrafo, que hace unos años nos presentó ‘El Torito y la Luna’, vuelve con una propuesta que reconvierte la clásica 'Madama Butterfly' en una historia de amor y sacrificio queer. Desde Inglaterra, nos concede una entrevista a pocas horas de trasladarse, con todo el elenco, a la isla.

    • El 15 y el 16 de noviembre presentas en Gran Canaria ‘Mariposa’, una reinterpretación de 'Madama Butterfly' de Puccini, reconvertida en una historia queer de amor y sacrificio. ¿Qué destacas de la obra? ¿Qué te ha inspirado durante su creación?

    Lo principal es que está convirtiendo una obra muy clásica, como es la ópera 'Madama Butterfly', que es una historia heterosexual, poniendo en el centro del escenario las relaciones queer. Se le da un giro de tuerca muy grande a la historia original.

    La obra habla de algo que yo creo que es universal, sobre lo que muchas veces sentimos que tenemos que cambiar para ser amados y ser aceptados. Es algo que la comunidad LGTBIQ+ entiende y siente más que muchas otras comunidades. ¿Cuánta gente tiene que sacrificar la relación con su familia para poder ser sí mismo? ¿Cuántas veces tienes que abandonar todo lo que conoces para poder realizar tu verdadera identidad?

    Yo creo que eso es algo que, afortunadamente, tenemos que hacer menos, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. Dentro de la propia comunidad, por ejemplo, entre los hombres gays, tenemos esa cosa de tener que ser más masculino o más femenino… Tenemos esa idea de que tenemos que cambiar por alguien. Nuestra historia está marcada por todos esos sacrificios, por no poder ser quienes somos.

    • ¿Por qué recomendarías a la gente ir a verla?

    Es un popurrí de cosas. Sobre todo, destacaría que es una obra muy emocionante, es un gran drama. A lo mejor en televisión se ve un poco más, pero en los escenarios, en el ballet o la danza, todavía se representa muy poco a la comunidad LGTBIQ+.

    En ‘Mariposa’ también hay mucha comedia. Es muy estrafalaria. Además, el vestuario y la música original son muy bonitos. Los bailarines, aunque lo diga yo, que son de mi compañía, son “unos máquinas”. Yo no sé si los pasos que hago son buenos, pero sé que cómo los bailan ellos, lo son.

    También hay algo muy interesante de este elenco, algo que era muy importante para mí, y es que está formado por gente de muchas razas, de culturas muy distintas… La obra nos ubica en Cuba y para mí era importante transmitir cómo se viven las minorías étnicas LGTIBQ+.

    • Tu obra ‘El Torito y la Luna’ tenía un carácter muy transgresor y reivindicativo. ¿Crees que la danza es una buena herramienta para hacer activismo?

    Claro que sí. Yo, como coreógrafo, me considero activista. La danza es mi activismo. Además, en lo que se refiere a activismo LGTBIQ+, el cuerpo es la herramienta más básica.

    Si te pones a pensar en cómo surgió el orgullo LGTBIQ+, su fuerza eran los cuerpos moviéndose en la calle: la gente que se unía, la energía colectiva, la gente moviéndose… La danza para mí tiene esa historia de movimiento, y el movimiento causa cambio.

    Aunque muchas veces le damos prioridad a la palabra, para entender cómo nos movemos, cómo entendemos cómo se mueve la gente, cómo el mundo nos percibe por cómo nos movemos…. para mí la danza es lo mejor.

    • Hace unos años, estrenaste la obra infantil Penguins (2018), quenarraba la historia de una pingüina que tenía dos papás. ¿Cuál fue la respuesta del público?

    Fue muy interesante porque el público infantil, que era para el que se creó la obra, se fue encantado. Lo veían como dos pingüinos, que se hacían amigos, que jugaban juntos, que se mudaban a su casita, que criaban a un huevito y luego tenían una familia. No se planteaban que los dos pingüinos fueran bailados por dos hombres.

    Lo que sí hubo, por desgracia, fue un trolling terrible por Internet. La BBC grabó por aquel entonces un documental sobre mi trabajo y publicaron en internet pequeñas secciones de ese documental.

    Mucha gente, sin haberlo visto probablemente, sin saber nada de la historia, comenzó a publicar barbaridades homofóbicas. Al final entiendes que, tristemente, en internet pasan estas cosas y no te lo tomas muy en serio, pero te das cuenta de que hay una parte del mundo que todavía no entiende realidades tan bonitas como la de la obra.

    • Tus trabajos tienen proyección internacional. ¿Notas diferencias en cómo los públicos reciben tus obras?

    Sí, la verdad es que sí. He vivido tristemente experiencias en ciertos países en los que he trabajado. En el Caribe, por ejemplo, no he podido crear narrativas queer, que es lo que yo suelo hacer. Me han dicho que bueno, que allí el público es más tradicional, que

    Una vez me hicieron convertir un ballet que narraba la intimidad entre los hombres, en una pieza entre hombres y mujeres. Para mí fue como un teatro de conversión. A veces pienso que es más el miedo las autoridades y la gente que trabaja en los teatros que la realidad de lo que el público es capaz de ver o de entender.

    Por ejemplo, en estos sitios del Caribe, como la República Dominicana, en que, si no existen este tipo de obras, la gente nunca va a cambiar su manera de pensar. Es muy importante que nos representemos en las artes escénicas y en el trabajo cultural, porque si no la LGTBIfobia no se va a marchar.

    Dicen “bueno, más adelante, algún día, ojalá se pueda hacer…”. Pero si no lo hacemos ahora, ese ojalá nunca va a llegar.

    • ¿Qué experiencias de la diversidad sexogenérica crees que son susceptibles de ser visibilizadas por la danza?

    Yo creo que en mis obras está la idea de que la identidad de género es una construcción social. Cuando estás bailando, estás interpretando un papel, estás moviéndote de otras maneras. El hecho de que tú puedas habitar esas identidades de género con tu cuerpo, me ha ilustrado muy claramente que el género es una performance. Es una manera de actuar. Eso la danza lo hace muy bien.

    Creo que cuando vivimos la danza en vivo, cuando la ves en un escenario, como lo podrán ver en 'Mariposa' u otras obras, podrán entender mejor a dos bailarines del mismo género, pero que tienen una intimidad y un contacto que no estamos acostumbrados a ver. Es muy potente esa imagen. Cuando en Mariposa vemos a dos hombres bailar, sus dúos de amor, yo pienso “guau, es que esto no se ve”.

    No es una cosa hipersexualizada, no es drag o muy performativa, sino una cosa muy pura en el sentido de dos hombres que se aman, que podrían ser dos mujeres, podría ser de cualquier otra manera. Esa intimidad y sentir, esa relación entre los cuerpos, también es muy potente y ayuda a pensar. Lo que me dice mucha gente del público, incluso heterosexual, es que se ven identificadas, que “lo que ellos sientes, es lo que yo siento”. Y yo digo, “claro, es lo que llevamos diciendo muchos años”

    Muchos teóricos hablan de la temporalidad queer, del tiempo queer que es distinto al tiempo normativo de las comunidades heteronormativas. La danza juega con el tiempo y entonces, eso lo refleja muy bien.

    • Eres canario, pero vives en Inglaterra. ¿Qué diferencias destacarías en la manera en que se vive la diversidad LGTBIQ+?

    Esto muy interesante, porque hay una idea de que aquí [en Inglaterra], como no pasamos por una dictadura, las cosas son socialmente más abiertas. Pero en los últimos años, en España se ha progresado y estamos por delante de Inglaterra. Por ejemplo, a mí me fascina que cuando cree ‘El Torito y la Luna’ pude colaborar con el equipo de Gamá. Me ayudaron bastante con información para entender la realidad de las familias trans.

    Aquí, en Inglaterra, no hay leyes trans en los colegios. Los centros no tienen por qué enseñar sobre identidades trans. Depende del maestro el querer usar el nombre sentido del alumnado… Te encuentras con cosas así.

    • ¿De todos tus proyectos, hay alguno que sientas que es particularmente especial?

    ¡Uy! Es que todos son mis bebés. Bueno, ‘Mariposa’ tiene algo muy especial. Se empezó en 2016 y se canceló en 2021 porque cayó la pandemia de por medio.

    Ha sido una aventura muy grande poderla llevar a escena y llevarla a Canarias. Es un sueño muy grande para mí. Con el ‘Torito y la Luna’ estuvimos en Canarias, pero era una obra infantil. Con esta, llevo una obra en la que siento que estoy llevando mi madurez. Es muy distinto.

    ‘Mariposa’ no es autobiográfica porque es una historia muy distante de mi vida, pero yo creo que en todas mis obras hay un elemento muy grande de autobiografía y en esta hablo de un momento muy específico para mí, de cambios muy grandes.

    También, una de nuestras bailarinas falleció antes de estrenar. Ella no era queer, pero había vivido en Nueva York los años ochenta, el voguing…. Trajo muchísimo a la obra. Estaba pasando por un cáncer, y ‘Mariposa’ habla de la renovación de la identidad, de sacrificio, de transformación. Me pidió antes de irse que contara esta historia porque también es su historia, su historia de cambiar, su historia de la belleza de ser minoría. Hay muchas cosas en Mariposa.

    • Eres un referente LGTBIQ+. Hace unos meses formaste parte de una jornada para la juventud, en la que contaste tu experiencia vital. ¿Crees que el mundo del arte es un espacio seguro para el colectivo LGTBIQ+?

    Me gustaría decir que sí. Tristemente me he encontrado con bastante homofobia en el camino. Cuando empecé, me dijeron varias personas con más experiencia o con poder en el teatro o el ballet, que tuviera cuidado, que no me convirtiera en el “gay”, el coreógrafo que todos conocen porque solo hace cosas “gays”. También me decían “ten cuidado no te conviertas en el “español”. Este tipo de cosas te las encuentras. Pero después, es verdad que el arte nos ha dado, y me incluyo a mí, mucho cobijo.

    Muchas veces tenemos que escapar, tenemos que crear, tenemos que buscar un futuro distinto… Y entonces creo que sí, hay una comunidad artística que es segura para nosotros. Mi experiencia dentro del arte es que es mi hogar.

    • ¿Cuál es tu vínculo con Gamá?

    Conocí a Gamá cuando era adolescente en Gran Canaria antes de mudarme a Inglaterra. Lo miraba como en la distancia porque todavía me daba mucho miedo salir del armario, no tenía relaciones comunitarias dentro de la comunidad de la LGTBIQ+. Sabía que existía, pero no interactué porque tenía un poquito de miedo. Me daba esperanzas y seguridad saber que estaba ahí y ahora pienso que era muy importante. Después he seguido el trabajo de Gamá durante muchos años, ya viviendo y trabajando fuera.

    Entré en contacto con organizaciones como Gamá en el Reino Unido, pero tengo que decir que Gamá trabaja muchísimo más que estas organizaciones que conozco. La verdad es que es un ejemplo a seguir.

    Además, entré en contacto más directo cuando se me propuso la idea de crear 'El Torito y la Luna', que era una obra para dar representación a las familias con menores trans, pero también a gente adulta trans.

    Para mí era muy importante, como aliado, asegurarme de que se trabajara la experiencia correctamente, representarla de manera sensible y con información correcta, y que la gente que viniera a verla supiera dónde acudir si necesitaba ayuda, consejo o más información. Gamá desde el principio de la creación me ayudó muchísimo. Hicimos un pequeño preestreno con algunas familias, también lo hicimos para jóvenes.

    Siento que en España y en Canarias falta mucha representación artística LGTBIQ+, por lo que para mí Gamá es un referente y un partnermuy importante porque es la asociación que está ahí para nosotros.


    Por la visibilidad de la diversidad sexual y de género en la información. Proyecto 'Cambia tu Mirada', financiado por la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias.

  • Este domingo se ha conocido el veredicto del jurado popular sobre el asesinato homófobo de Samuel Luiz, en A Coruña, un crimen ocurrido el 3 de julio de 2021 y que conmovió a la sociedad española por su brutalidad. El joven, de 25 años, falleció a causa de una brutal paliza que le propinó un grupo de jóvenes al grito de “maricón de mierda”. La fiscal del juicio ha descrito el hecho como una "cacería brutal e inhumana" durante su exposición ante el Tribunal del Jurado.

     De las cinco personas imputadas, cuatro han sido declaradas culpables de asesinato. Según ha aclarado la Audiencia Provincial, el principal acusado, Diego Montaña, habría actuado “por su animadversión hacia la orientación sexual que le atribuyó a la víctima" por lo que se ha determinado declararlo culpable de “delito de asesinato con agravante de alevosía”. Junto a él también han condenado a Alejandro Freire y Kaio Amaral Silva, al que declaran también culpable de un delito de robo con fuerza. Además, el jurado popular considera probado que Alejandro Míguez fue cómplice. Catherine Silva, por su parte, ha sido absuelta.  

    Las personas del jurado han entendido acreditado que la víctima se encontraba “totalmente indefensa y desvalida debido al elevado número de personas que lo agredían y lo rodeaban”, incapaz de hacer “ningún acto hostil” contra el grupo agresor porque no se encontró ningún resto biológico en los agresores.

    Tanto la acusación particular y popular, como la Fiscalía han pedido para Montaña 25 años de cárcel, sumándole el agravante de homofobia. En el caso de Freire se han solicitado 22 años; para Kaio Silva la pena se ha incrementado a 27 años al añadirle el robo del móvil de la víctima y para Míguez han demandado 13 años por ser cómplice. En todos los casos se han añadido cinco años de libertad vigilada.

    A su vez, se han solicitado 260.000 euros de responsabilidad civil, cuya cantidad ya fue reconocida en la sentencia de los dos menores condenados previamente, además de 40.000 euros para el padre de la víctima por su incapacidad.

    Por la visibilidad de la diversidad sexual y de género en la información. Proyecto 'Cambia tu Mirada', financiado por la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias.

  • Han pasado dos años desde que alzamos la voz contra una exposición con tintes tránsfobos que se ubicó en la Calle Triana de Las Palmas de Gran Canaria. La obra “Momentos del feminismo” difundía bulos que promovían la transfobia, motivo por el que exigimos su retirada.

    En concreto, en uno de los paneles que la conformaban, titulado “Digamos no al borrado de las mujeres” se cuestionaba a los países que han aprobado leyes de autodeterminación de género. Además, añadía que “el género no es una identidad, el género es el conjunto de normas, estereotipos y roles, impuestos socialmente a las personas en función de su sexo”.

    Tras su retirada, la comisaria de la exposición salió en defensa de las ideas tránsfobas argumentando que la eliminación del panel “atentaba contra la libertad de expresión”. Parecía ignorar que los bulos que se recogían en el texto, alentaban el rechazo y el menosprecio de parte de la población por causa de identidad de género y eso sí es un delito.

    En concreto en Canarias contamos con una normativa clara, la Ley 2/2021, de 7 de junio, aprobada por unanimidad en el Parlamento autonómico y que es de obligado cumplimiento para las instituciones y los poderes públicos de la comunidad autónoma de Canarias. Y esto es importante tenerlo en cuenta porque si en aquel entonces fue el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria quien promovió la exposición, ahora, dos años después, la pieza ha aparecido en la Universidad de La Laguna como parte de la programación del 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.

    Es desalentador que ciertas actividades, enmascaradas bajo el disfraz de un falso feminismo, se conviertan en arma arrojadiza contra los derechos de muchas mujeres. Y, sobre todo, que se permitan en el contexto de una fecha como el 25N, en la que reivindicamos el cese de las violencias contra TODAS.

    Dos años no han sido suficientes para que la autora de la obra se revise y cuestione sus principios. Tampoco ha sido suficiente para que algunas instituciones refuercen sus barreras contra la transfobia y dejen de darle cabida a contenidos que ponen de manifiesto que hay espacios que siguen siendo inseguros.

  • El documental ‘Isleteñas’ dirigido por Patricia Rivero y protagonizado por Margaret García, Lourdes Coello y Marián Pérez, ha recibido una mención en los Premios Plumas 2024, organizados por la FELGTBI+, por su labor en favor de los derechos y la visibilidad del colectivo LGTBIQ+.

    El cortometraje narra la historia de Lourdes, Marián y Margaret, tres mujeres trans nacidas en Gran Canaria bajo la sombra de la dictadura franquista, que se prestan a contar su historia con humor, crudeza y sensibilidad. A través de la mirada de la directora, hacen un viaje por sus vivencias y su vínculo con La Isleta, el barrio que fue refugio y hogar en tiempos de exclusión y opresión.

    La directora cuenta en su perfil de Instagram que Isleteñas nació hace mucho tiempo, mucho antes de grabarse. Recuerda que nació en su adolescencia cuando empezó a hacerse preguntas en torno a la vida y la muerte de su tía Andrea.

    “Estas respuestas llegaron con el tiempo, a través de Mara, vecina de mi abuela, y del arsenal de mujeres que bajaban la calle Saucillo las noches de verano de finales de los 90 y principios del 2000. A través de su forma de andar, de hablar, de fumar, de sus anécdotas, de su humor ácido y brillante, de su enorme inteligencia y de su capacidad de celebrar la vida a pesar de sus evidentes cicatrices, pude hacerme una ligera idea de la enorme fuerza que envolvía a mi tía, mujer que me fascinó completamente desde la primera hasta la última vez que la vi”, señala.

    “Andrea me sirvió de ejemplo y de referente de valentía y libertad. Muchos años después de su muerte me dio la fuerza para admitir mi bisexualidad ante mi familia, ante mi entorno y ante mí misma, y tejió los lazos del compromiso que hoy me llevan a poner voz al silencio y luz a las sombras. Fue la que me guio hacia este proyecto, fue la que me llevó hacia sus amigas para que pudiera contar sus historias y así honrar la memoria de una generación de mujeres que se lo merece todo”, concluye.

    La ceremonia de entrega tuvo lugar el pasado viernes 22 de noviembre en el teatro Eslava de Madrid, al que acudieron más de 200 personas. Durante el evento, además se otorgaron las plumas a Nerea Pérez de las Heras, Beatriz Cepeda (Perra de Satán), Guillem Montoro, Antonio Nuño, CEAPA y Enrique Bernabéu, además de reconocer la labor de Gloria Fortún y el Podcast Art Compacto.

    La Federación otorga estos premios anualmente, desde 2007, para reconocer la labor de personas y entidades que han destacado por su labor en favor de los derechos y la visibilidad del colectivo. También entregan el Premio Látigo para señalar a quienes más hayan ahondado en la discriminación de las personas LGTBIQ+.

    Por la visibilidad de la diversidad sexual y de género en la información. Proyecto 'Cambia tu Mirada', financiado por la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias.

  • Desde el Colectivo Gamá condenamos el ataque al mural en homenaje a la figura de Isabel Torres, actriz y referente LGTBIQ+, ubicado en el Paseo de Chil de Las Palmas de Gran Canaria desde 2022. Este ataque no constituye únicamente una amenaza contra el arte y la memoria colectiva, sino contra los valores de diversidad y respeto que simboliza la obra.

    Lamentablemente, no es un hecho aislado. Ya en Madrid se ha detectado un incremento de ataques similares, como los perpetrados contra el monumento en honor a Cristina Ortiz, conocida como “La Veneno”, precisamente figura que interpretó Isabel Torres en la serie del mismo nombre.

    Estas actuaciones no pueden desvincularse del auge de los discursos de odio, que desde algunos sectores se legitiman y fomentan. “No podemos ignorar que estos actos de violencia buscan borrar nuestras historias, nuestras luchas y nuestros logros e impulsan la intolerancia y los ataques hacia nuestro colectivo. ¡No podemos permitir que las violencias de este tipo queden impunes!”, señala Montserrat González, presidenta del Colectivo Gamá.

    Conocedoras de este hecho, desde el Colectivo Gamá hemos informado de inmediato a las autoridades competentes. Exigimos que se investigue lo ocurrido y que se adopten medidas necesarias para identificar y sancionar a las personas responsables. También reclamamos que se lleven a cabo medidas para la protección de los espacios y los símbolos de la memoria LGTBIQ+.

    “El respeto a las diversidades sexogenéricas no es una opción. No dejaremos de defender nuestros derechos ni de recordar y honrar a personas que nos abrieron el camino. El miedo y el odio no nos harán retroceder. Seguiremos trabajando para que cada rincón de nuestras ciudades sea un espacio seguro para todas las personas”, concluye González.

    Por la visibilidad de la diversidad sexual y de género en la información. Proyecto 'Cambia tu Mirada', financiado por la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias.

  • Noviembre invita a reflexionar sobre luchas y resistencias históricas. En este mes hemos conmemorado dos fechas clave en nuestro calendario; por un lado, el 20 de noviembre, Día Internacional de la Memoria Trans y por otro, el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.

    El Día de la Memoria Trans nos recuerda los obstáculos con los que se han encontrado muchas personas trans a lo largo de su vida y sus historias de sueños truncados fruto de la transfobia, pero también nos trae sus historias de resistencia, esas que nos alientan a seguir luchando por la igualdad de derechos porque nos hacen pensar que el cambio es posible.

    Por otra parte, el 25 N recordamos que las violencias no establecen diferencias por orientación, identidad y expresión de género.  Las mujeres LBT y las personas no binarias son golpeadas con fuerza por esta lacra, y por eso, salimos a las calles, para apoyarnos, para defendernos y para alzar nuestras voces. Este día es muy importante para visibilizar la intersección entre machismo y LGTBIfobia y para recordar que la violencia de género es una tarea pendiente en todos los espacios.

    La memoria y la lucha no deben ser efímeras, no deben relegarse a un día al año. Hablar de justicia, de inclusión y de derechos humanos no debería depender de un calendario.

    Hacer de la reivindicación del cese de violencias una tarea diaria honra a todas aquellas personas que nos precedieron en la lucha y que allanaron nuestro camino. Este noviembre será el punto de partida para no volver a bajar la guardia.

    Por la visibilidad de la diversidad sexual y de género en la información. Proyecto 'Cambia tu Mirada', financiado por la Dirección General de Diversidad del Gobierno de Canarias.

  • El proyecto Te brindo la Mano: atención a la diversidad en mayores LGTB, financiado por Presidencia de Gobierno de Canarias ofrece apoyo, acompañamiento y la creación de redes para suplir la soledad no deseada en las personas mayores del colectivo.  

    Su objetivo general es prevenir el aislamiento social y la soledad no deseada en personas mayores LGTBI y sus objetivos específicos fomentar acciones de apoyo, acompañamiento y escucha activa y promover las redes entre las personas mayores, su entorno y la juventud LGTBI. 

    Entre los servicios que ofrece destacan "te echo una mano", acompañamiento a acciones diarias, como acompañamiento a actividades diarias como realización de trámites en la administración pública u otros organismos y entidades privadas, la asistencia a Servicios Sociales, centros de salud u hospitales, ayuda a realizar la compra u otros recados, acompañamientos a tareas de ocio, realización de paseos, compartir un café... Además, también se ofrece un servicio de apoyo telefónico, "Teléfono Generación Arcoíris" y  la creación de espacios de apoyo, a través de actividades de encuentro entre iguales y también con activistas LGTBI jóvenes donde se pone en valor la experiencia de las personas mayores. 

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