Hoy, 8M, Día Internacional de la Mujer, nos manifestamos para exigir que se reconozcan y garanticen los derechos de todas las mujeres sin excepción, porque somos diversas, fuertes y valiosas.
Hoy, es un día para reflexionar sobre la persistencia del cisheteropatriarcado, una fecha en la que reclamamos que se aborden las experiencias de las mujeres LTBI en la lucha por la igualdad de derechos y reivindicamos que se debe seguir caminando para erradicar las estructuras que perpetúan las discriminaciones y las violencias.
Montserrat González, presidenta del Colectivo Gamá, señala que “debemos unir nuestras voces para conseguir una sociedad en la que todas las mujeres gocemos de los mismos derechos y oportunidades sin ser señaladas”. “Hoy denunciamos a aquellas personas que siembran la semilla del odio con sus discursos y perpetúan los prejuicios a los que las mujeres LBTI nos hemos enfrentado durante años. Reconocer y respetar la identidad de género y la orientación sexual es crucial para garantizar la plena participación en todos los ámbitos de la sociedad y para proteger nuestra dignidad”.
Hoy, volvemos a marchar unidas, pero no olvidamos que la lucha por la igualdad de género es un compromiso constante que deben asumir las instituciones públicas para que todas las mujeres estén protegidas. Hoy, juntas, fuertes, más lejos porque, aunque existan diferencias entre nosotras, seguiremos luchando mano a mano contra el machismo.
Te esperamos a las 19:00 h en el Parque San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria.
Homofobia de estado es un documental dirigido por Richard Zubelzu que da visibilidad a la situación del colectivo LGTBIQ+ en Guinea Ecuatorial.
El largometraje se presentó el 14 de septiembre de 2023 en el Instituto Cervantes de Madrid y llegó a Filmin una semana más tarde. Ahora, ya puede verse en Prime Video.
Homofobia de Estado visibiliza la situación de Ángel y Gonzalo, dos activistas de Guinea Ecuatorial que narran las violencias que sufren las personas LGTBIQ+ en su país: abusos policiales, discriminaciones, violencia sexual, torturas…
La productora explica que en el documental se muestra “una realidad muy impactante y que nos recuerda tiempos pasados vividos en España. ya que en Guinea Ecuatorial (que fue colonia española hasta 1968) todavía está vigente la ley franquista de Vagos y Maleantes donde es preponderante el papel de la iglesia e incluso se llevan a cabo terapias de conversión”.
Ver en Prime Vídeohttps://www.primevideo.com/-/es/region/eu/detail/0HFR804BWDTR9WK4R6BUMX4IA2/
Ver en Filmin https://www.filmin.es/pelicula/homofobia-de-estado
El pasado 14 de marzo, los premios GLAAD eligieron a las producciones ganadoras de su 35º edición, celebrada en Los Ángeles. Los premios están organizados por la Alianza de Gays y Lesbianas contra la Difamación para premiar a las personas del mundo de la televisión y el espectáculo que dan visibilidad al colectivo LGTBI.
Entre las nominadas a Mejor Serie de Habla Hispana se encontraban cinco españolas: ‘Las noches de Tefía’ de AtresPlayer, ‘4 estrellas’ de RTVE, ‘Sin Huellas” de Amazon Prime Video, la ‘Sagrada Familia’, de Netflix, y la coproducción española y mexicana ‘Las Pelotaris 1926’, aún no emitida en España. Finalmente, fue ‘Las Noches de Tefía’ la triunfadora de la noche, cogiendo así el testigo de otras producciones españolas como ‘Veneno’ o ‘Maricón Perdido’.
‘Las noches de Tefía’ dirigida por Miguel del Arco, suma así su primer reconocimiento a nivel internacional, después de haber ganado el Premio Ondas 2023 en la categoría mejor actor (Patrick Criado) y haber sido nominada a Mejor Actor Protagonista de Serie de TV.
Sinopsis
Entre 1954 y 1966 existió, en un paraje desértico de Fuerteventura, un campo de concentración franquista conocido con el eufemístico nombre de Colonia Agrícola Penitenciaria de Tefía, uno de tantos lugares donde el régimen enviaba a los condenados por la ley de vagos y maleantes que, a partir del 54, fue implementada para incluir también a los homosexuales.
En el año 2004 Airam Betancor, uno de aquellos presos homosexuales, se ve obligado a recordar los diecisiete meses de trabajo forzado que padeció en la colonia cuando apenas tenía veinte años. Las investigaciones de un documentalista que intenta dar voz a la historia de silencio de la colonia penitenciaria fuerzan a Airam a hacer un doloroso ejercicio de memoria que provocará muchos problemas en su vida.
El recuerdo adormecido de la terrible vida en la colonia se mezcla con el de las narraciones que uno de sus compañeros de barracón improvisaba por las noches para aliviar sus miserias. Charli, el fantástico narrador, inventó para todos ellos El Tindaya, un deslumbrante music hall donde cada uno tiene su alter ego. Un espacio de libertad en el que, como dice su tema de bienvenida, el límite de lo posible revienta al imaginar.
Puedes leerlo completo en: Canarias Ahora
El 15 de febrero, Grecia se convirtió en el primer país cristiano ortodoxo en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo tras conseguir 176 votos a favor en el Parlamento, frente a 76 en contra y dos abstenciones. En concreto, se modificó el apartado 1 del artículo 1350 del Código Civil para que conste que “el matrimonio se contrae entre dos personas del mismo o diferente sexo”. Además, las personas progenitoras no biológicas podrán adoptar a los/as menores que hasta ahora, oficialmente, sólo tenían un padre o una madre.
La medida ha permitido que varias parejas de personas del mismo sexo hayan formalizado su unión en el país. Los primeros en dar el paso han sido Dimitris Elefsiniotis y Stavros Gavriliadis, que se casaron en la localidad de Nea Smyrni. Stavros ha declarado que “nada cambia en nuestra vida diaria porque somos una familia desde hace varios años. Sin embargo, lo que sí cambia es que ahora el Estado también nos reconoce como una familia y no como dos personas independientes".
Otras parejas como la compuesta por el novelista Petros Hadjopoulos y el abogado Anastasios Samouilidis o la formada por Danai Deligeorges y Alexia Beziki también han podido casarse en el Ayuntamiento de Atenas. Las dos nupcias han sido oficiadas por el alcalde de la capital, Haris Doukas.
El avance en los derechos de las parejas LGTBIQ+ en Grecia ha dado esperanzas a otros países ortodoxos de los Balcanes como Serbia, donde a pesar de que su primera ministra es abiertamente lesbiana, la propuesta legislativa para reconocer a las parejas del mismo sexo fue rechazada en 2021.
El 24 de marzo, el actor trans Elliot Page aprovechó su intervención en la Gala de la Música Canadiense, conocida como los Premios Juno, para denunciar la violación de los derechos LGTBIQ+ a nivel mundial.
El intérprete fue el encargado de entregar el Premio Humanitario al dúo pop canadiense Tegan y Sara, que trabajan por la igualdad LGTBIQ+ a través de su fundación. Durante su intervención, Page señaló que "Estamos en un momento de la historia en el que los derechos de las personas LGTBIQ++ están siendo revocados, restringidos y eliminados en todo el mundo, y los efectos son devastadores".
Ante esto, Sara explicó que “sii el mundo no fuera tan hostil para las personas LGTBIQ+ nos dedicaríamos exclusivamente a la música”. También añadió que “abogar por los derechos de nuestra comunidad es un gran privilegio y nos dedicamos a enfrentar cualquier forma de discriminación que amenace el bienestar de nuestra comunidad”.
La aprobación de la ley 4/2023, de 28 de febrero marcó un hito en la defensa de los derechos de las personas trans, demostrando que sí es posible un avance hacia una sociedad más inclusiva. Sin embargo, el progreso nunca está exento de obstáculos, especialmente cuando debemos enfrentarnos a retóricas misóginas, tránsfobas y trasnochadas que distorsionan la realidad para justificar la agenda machista.
Las personas trans siguen enfrentándose a tasas altas de discriminación, de acoso y de violencia. En concreto, las mujeres trans se enfrentan a una interseccionalidad de opresiones que las hace vulnerables a la discriminación: la misoginia, que soportan todas las mujeres y que se muestra de forma exacerbada hacia las mujeres trans porque su identidad de género desafía las normas tradicionales de feminidad y masculinidad hegemónicas; y la negación de su identidad de género, rechazando su nombre y pronombres y dudando de su experiencia vital como mujeres.
Los hombres trans, por su parte, son invisibilizados y cuestionados bajo la vara del patriarcado, que les somete a la rigidez de los estereotipos de género tradicionales para que se ajusten a los roles y comportamientos asociados a la masculinidad hegemónica. Además, incluso son relegados a un segundo plano en el discurso machista, que ignora sus realidades como personas trans en las conversaciones, y centra su obsesión en la subordinación de todas las mujeres.
No debemos olvidar que los derechos de las personas trans son parte de la lucha feminista, que se ha mantenido incansable en la búsqueda de la igualdad. Ya las realidades trans fueron explicadas y pasaron por todos los juicios habidos y por haber. La identidad de género ni se simula ni se finge, es una parte de la experiencia humana que no puede seguir siendo cuestionada. Estigmatizar a todo un colectivo, basándose en casos aislados de malas praxis para justificar la discriminación, no muestra una fotografía de la realidad.
Las instituciones públicas deben garantizar su protección y aplicar los mecanismos existentes para la detección de los fraudes con el fin de garantizar que los avances legislativos están disponibles para las personas que los necesitan. Los medios de comunicación, como poderes fácticos, deben dejar de distorsionar la información para beneficio de contiendas políticas que dejan en segundo plano a las personas y que niegan la realidad más evidente: toda sociedad avanza y en todos los momentos culturales se experimentan cambios. En nuestra historia, hemos sorteado multitud de obstáculos para que hoy en día, ciencia, sociedad y legislación estén en consonancia en el avance hacia un escenario social inclusivo.
Es fundamental abordar cuáles son las raíces de esta nueva ola de odio hacia las personas trans. El feminismo en su conjunto debe entender que un ataque a cualquier realidad de las mujeres, sean cis o trans, es un ataque hacia todas. Debemos trabajar juntas para derribar las falsas y peligrosas narrativas cuyo fin es atentar contra nuestros derechos conquistados. Las diferencias en el feminismo son salvables porque nuestros caminos pueden abrazarse a través del diálogo. Al machismo nunca le tenderemos la mano.