En la cancha, cada punto se lucha con esfuerzo, pero hay algo con lo que nunca se debería jugar: con el respeto.
No es una broma. No es una buena costumbre. No es parte del juego. Los insultos siempre restan. Si el voleibol es un deporte de equipo, la LGTBIfobia deja a muchas personas jugando solas. ¡No dejes que el odio juegue de titular.
La LGTBIfobia dejará de rematar en cada partido.
El proyecto 'La Liga Arcoíris', financiado por la Viceconsejería de Igualdad y Diversidad del Gobierno de Canarias, busca generar espacios deportivos seguros y respetuosos con la diversidad sexual y de género.