Octubre, para muchas personas, es solo el primer mes del otoño, en el que el frío comienza a notarse y los días de playa llegan a su fin. No obstante, para el colectivo LGTBIQ+ y personas aliadas es un mes de lucha, un mes para educar, visibilizar y luchar contra la discriminación.
El décimo mes del año es, desde 2009, es el de la lucha por la despatologización de las personas trans. No podemos dejar de recordar que, aunque en 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la transexualidad una enfermedad, sigue describiéndola como una incongruencia de género. Esto, sin duda, nos hace ser conscientes de la importancia de perseverar en nuestras reivindicaciones.
Este año, Octubre Trans ha llegado en un momento clave. A pesar de los avances recientes, fruto de la aprobación de la Ley 4/2023 de 28 de febrero, siguen persistiendo obstáculos que dificultan la implementación de las medidas. Además, el proceso de sensibilización social es lento, sobre todo tras el auge de los discursos de odio y bulos que atentan contra la dignidad del colectivo.
Ante esto, defendemos que la educación es la herramienta más eficaz para luchar contra la desinformación. Recalcamos que el alumnado debe recibir información sobre diversidad que y se deben mitigar las discriminaciones en los entornos escolares, que deben ser un espacio seguro para el estudiantado.
El respeto a los derechos humanos no debería ser un privilegio de unas pocas personas, sino una exigencia ética de toda sociedad democrática. Necesitamos aliadas, necesitamos políticas efectivas y una acción colectiva que defienda la diversidad y combata los prejuicios.
Este Octubre Trans, alzamos la voz para recordar que seguiremos conquistando derechos. Ni un paso atrás.