Tras cinco años de lucha por su derecho a competir sin someterse a un tratamiento hormonal, la atleta intersexual sudafricana Caster Semenya, doble campeona olímpica de 800 m, ha ganado su primera batalla en los tribunales.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló el martes a su favor, después de que la deportista denunciara haber sido discriminada por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, ahora World Athletics), tras negarle su participación en categoría femenina en las pruebas de 400, 800 y 1500 m por producir un nivel de testosterona superior al fijado por el organismo (en aquel entonces, mayor a 5 nanomoles por litro de sangre).
En la sentencia, los jueces europeos condenan a Suiza, sede del Tribunal Arbitral Deportivo (TAS), que avaló en mayo del 2019 la norma de la federación internacional que obligaba a las atletas con diferencias en el desarrollo sexual (DSD) a reducir su nivel de testosterona para “preservar la integridad del atletismo en categoría femenina”.
Ahora, el Tribunal de Estrasburgo, señala a Suiza por “haberse lavado las manos” al argumentar que “su poder en este caso era limitado ya que la decisión había sido del TAS tras aplicar el reglamento de la federación". El Tribunal Europeo señala que la mediofondista no tuvo garantías institucionales y de procedimiento para hacer valer sus argumentos sobre estar siendo discriminada, que eran “creíbles” y estaban “bien fundamentados”.
Además de esto, el TEDH apunta que el TAS reconoció sus dudas sobre el reglamento de World Athletics, que obligaba a las atletas a someterse a tratamientos hormonales que, provocaban efectos secundarios significativos y que no daban garantía total de permitir reducir el nivel de testosterona. En recientes informes, diferentes órganos competentes en derechos humanos del Consejo de Europa han mostrado serias preocupaciones acerca de la discriminación de atletas intersexuales por este tipo de reglamentos.
Con el caso Semenya, el Tribunal de Estrasburgo determina que Suiza, el TAS y World Athletics violaron el artículo del Convenio Europeo de Derechos Humanos que prohíbe las discriminaciones. Suiza tendrá que abonar 60.000 euros por las costas judiciales, aunque no tendrá que indemnizar a la deportista, al no haber pedido esta una compensación.
Ante esto, la Federación Internacional de Atletismo ha compartido un comunicado en el que señala que “tomará nota del fallo”, aunque insiste en que las reglas referentes al nivel de testosterona son “un medio necesario razonable y proporcionado para proteger la competencial leal en la categoría femenina”. Por ello, mantendrá la normativa actual hasta que se tome una decisión definitiva en la Gran Sala del TEDH.
Fuente: El Diario